El otoño suele atraer a toda suerte de poetas y escritores, los cuales ven en su luz oblicua y en sus evocadoras y melancólicas tardes, pretextos ideales para la introspección poética.
Pero María Fernanda Trujillo, poeta, escritora, viajera y observadora de lo cotidiano, al escribir este poema dedicado a Octubre, desdice de todo lo anterior. María Fernanda —compañera y amiga entrañable—, sabe de lo que habla en su decir poético, mostrando un verbo lírico y terso a favor del estío: casi sin nombrarlo reivindica la estación perdida y reprende al otoño con suavidad, condescendiente con él a pesar de su falta de decoro y su capacidad para deslucirle los pétalos.
Con Octubre iniciamos una nueva sección, El poema del mes. Que lo disfruten.
CG
Octubre
Viene el otoño a posarse en mi ventana
por sorpresa, como tiene por costumbre.
Se acerca y contraría mi voluntad
habituada, como estaba, a la sensualidad del estío,
a su naturaleza ardiente, al sol maniatado en las persianas
de mi cuarto.
Viene a respirarme: gris, famélico y trabajoso,
a corearme el lento latido de la sangre,
a morderme, indecoroso, los labios.
A estorbar la frescura que emanaba del arroyo cercano,
y a abandonarme, baldíos los pies, a merced del relente.
Viene a deslucirme los pétalos, que ahora gimen,
privados del umbroso refugio del alféizar.
Llega para transgredirme las caderas
e inundarme de lágrimas la simiente.
Y en su ultraje se hace acompañar de un viento infame,
que acrecienta la condena
mientras ansío la libertad de una nueva y
complaciente amanecida.
complaciente amanecida.
El otoño vuelve a posarse en mi ventana
por sorpresa, como tiene por costumbre.
Mª Fernanda Trujillo León
Música de fondo: Summertime, Nina Simone...
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