
Luis Miguel es poeta que hace concurrir en un mismo plano sueño y razón. Sus poemas cortos, breves como haikus, son experiencias que combinan el instante atrapado con las certezas de un sabio aforismo: Te creías la tierra / y era imaginario. / ¿Cómo puedes creerte tanto, / siendo tú aún más? Y para las distancias medias y largas suele recurrir a las distintas formas de amor, como esta celebración del reencuentro: Nace el día, / la noche es olvido / y vuelvo a encontrarte. Pero también encontramos versos que celebran, con rigor formal y clásico, la propia identidad en unión con la amada, como el poema titulado "Décimas": Soy silencio, sinfonía / de los placeres certeros / que da a mi voz quereros / desde la vida a la muerte, / pues no hay mayor suerte / que abrir los ojos y veros.
El libro está prologado por Francisco Vélez Nieto, que se declara valedor de la "andadura lírica" que el autor ha escogido: "mesura y cautela, algo que lo lleva a meditar y modular la inspiración sin la premura del tiempo."
Como decía al principio, acérquense a Piedra, papel y agua y déjense llevar de la mano de Luis Miguel León Blanco. Con él podrán pasear bajo las águilas esculpidas en piedra, lectoras de sus versos; acceder a las escalinatas de papel que conducen a sus otoños futuros y contemplar los mares, ríos y lágrimas que sueñan con la tierra firme que sus versos describen; al fin y al cabo, qué son éstos sino sentimentales rutas de un yo, que sintiéndose poeta, hace tiempo que se puso en movimiento
CG
Piedra, papel y agua
Luis Miguel León Blanco
Guadalturia Ediciones. Sevilla, 2012