viernes, 8 de mayo de 2009

Ladrón de Espadas

Reconozco que desde que leí la trilogía Tu rostro mañana, de Javier Marías, la espada volvió a tener para mí un significado contradictorio. Objeto bello donde los haya a través de la historia, hermana mayor del cuchillo, borgiano y pampero, se vuelve al mismo tiempo instrumento perverso y vil. No hay más que recordar la función de la vizcaína, esa espada, corta y traicionera, que buscaba el costado débil y desprotegido del rival, según se ha ocupado de recordarnos Pérez-Reverte.

Ahora, tanto CG como yo, estamos esperando la aparición de Ladrón de Espadas, de León Asuero, el cual nos dejó, en Las Congregadas del Vaso, el acceso a los inframundos del pasado, sabiamente conectados con una vibrante historia del presente.

Los que disfrutamos de aquella primera historia esperamos la aparición de esta segunda novela de León Asuero, sabiendo de antemano que no vamos a ser defraudados.

Pepe Amodeo