viernes, 31 de agosto de 2007

Ellas, siempre ellas

¿Quién se resiste a no divulgar estas hermosuras? Atención a la música de fondo: las dos presentaciones han elegido el Preludio de la Suite nº 1, de J. S. Bach.

La lista es larga, pero si alguien está interesado en obtenerla le diré cómo hacerlo. Tengo una queja: falta Gloria Grahame.



Y aquí quinientos años de arte en rostros de mujer. Para ver la lista completa entrar en:

http://www.maysstuff.com/womenid.htm



CG

miércoles, 29 de agosto de 2007

Umbral

En una ocasión dijo: En todo caso me reconozco un presuntuoso, que es la forma menos agresiva de ser soberbio.

Antes había venido lo de Yo he venido aquí a hablar de mi libro, y no de lo que opine el personal ..., que me parece una de las grandes genialidades televisivas de las últimas décadas. El tiempo dirá si el escritor de olivetti, de gafas de pasta y de melena de dandy pasará a la historia como corredor de velocidad o de grandes distancias.

El obituario que le dedica Arcadi Espada, aquí.

CG

viernes, 24 de agosto de 2007

Alentejo (I)

Dedicado a José Moreno Domínguez, amigo de Caminos.

La furgoneta estaba aparcada en el exiguo aparcamiento de la Praya de Vacaria -o del Porto Velho-, y sobre su cristal trasero podía leerse "Orgulho de ser alentejano". Aquí también, pensé. Como en todas partes. La diferencia con el vecino. El sentimiento de oprobio, de queja por no sentirse bien mirado. Los rivalidad entre ciudades, entre regiones ..., cuando siendo como somos, ojos ajenos, resulta imposible distinguir al natural del Ribatejo del de Tra Os Montes, (o a gallegos de valencianos y navarros).

El Baixo Alentejo tiene como capital a Beja, y la península de Troia, al norte de esta inmensa huerta que apenas mira al mar, llega casi a tocar con sus bajos arenales la ciudad de Setúbal, en el estuario del río Sado. La geografía de estos lugares necesitan, como todas, de un observador: un paisaje no es nada sin alguien que lo disfrute, que lo analice, que lo reconvenga o que lo interiorice. Hasta Miguel de Unamuno incluyó siempre a Portugal en dos de sus ensayos viajeros: Paisajes del alma y Por tierras de Portugal y España. Gracias a Saramago, hoy el iberismo no es un valor decadente.

De este paisaje me queda la impronta que me procura Santiago do Cacem, una ciudad que tiene muy cerca una referencia romana, la antigua Miróbriga.

Es un miércoles que ha servido para disfrutar de la exquisita Praya de Morgavel, en São Torpes. Ahora, en un atardecer que se antoja perezoso y desganado, las calles que suben hacia la Igreja Matriz están solitarias, y algunas de sus casas muestran un pasado reciente, cuando menos, de cierta bonanza económica. No es de extrañar que las incómodas cuestas hayan alejado a la gente joven, que preferirán apartamentos y viviendas más accesibles y saneadas. En esta Igreja Matriz, guardada al norte y al oeste por los adarves de una antigua y bien conservada fortaleza, hallamos la exposición No Caminho sob as Estrelas. En la recepción nos atiende una joven malagueña -que falta de educación y de previsión, no preguntarle el nombre-, que nos explica, entre otras muchas cosas, donde cenar en Santiago. Impresiona el acierto de la muestra, pero los azulejos de Triana con el motivo de la vieira, dulcifican tanta espada y tanto matamoros -y hasta mataindios, tabla peruana del siglo XVII-, que nada tiene que ver con los valores que atraen al Camino a los incondicionales de hoy: aquellos que convierten el sendero en una forma de mirar, de extender la convivencia más allá de la paralelas que conforman el trayecto, persistiendo en actitudes a las que ya hace tiempo muchos renunciamos. Yo conozco a alguien así, y por tanto sé lo que digo.

El azar hace que O Solar do Canudo sea el lugar donde tomar la cena. Alentejana, por supuesto: carne y verduras frescas. La costa, a pesar de su cercanía -30 kilómetros escasos-, parece lejana. No hay evocaciones marítimas en este suave y apartado promontorio civilizado. Sin embargo, estas calles silenciosas vieron, en 1895, el primer automóvil que circuló en Portugal, perteneciente al Conde do Avillez. El primer Rolls Royce portugués perteneció a otro santiaguino, José de Sande Champalimaud, y en su municipio se registró
la matrícula número 1, en 1901, a nombre de Augusto Teixeira de Aragão.

No hay duda. Santiago do Cacém: de povoado pré-celta a cidade do século XXI.

CG

martes, 14 de agosto de 2007

De vínculos y tráilers

En anteriores posts de cine relacionaba dos películas por las que tengo verdadera pasión. Ahora, a través de YouTube, he conseguido acceder a dos de los vídeos de estas películas, sin tener que abandonar el blog.

Para ver el post de Un maldito embrollo, pulse aquí.

Para ver el de Corredor sin retorno, pulsar aqui.

Ahora disfruten de ellos.





CG

viernes, 10 de agosto de 2007

La noche de San Lorenzo. Las Perseidas.

Los títulos de crédito han estado apareciendo sobre una ventana abierta que enmarca una noche clara y estrellada -Omero Antonutti, Margarita Lozano, los hermanos Taviani ... -, y una voz femenina, cálida y cariñosa, musita unas protectoras palabras; sólo al final de la película se desvelará el secreto: quién las emite y quién, en un sueño inocente y profundo, ha sido el destinatario de las mismas.

Me estoy refiriendo a La noche de San Lorenzo, película de los hermanos Taviani, cuyo argumento es la huida de la opresión fascista de una pequeña comunidad de la Toscana, evitando el previsible choque entre dos fuegos que sigue a toda ofensiva. Una niña es la narradora y sus ojos van interpretando los horrores, las historias rotas y los enfrentamientos civiles que la contienda mundial arrojó sobre decenas de poblaciones sencillas y humildes: pequeños (o grandes) incidentes del camino, el retraso en alcanzar las filas de los americanos, los temores y dudas que comienzan a suscitarse entre los clanes del grupo, y la continua amenaza que representan los desesperados camisas negras, que ya dan por perdida la guerra.


Fuera de las crónicas de cine, y coincidiendo con la onomástica de San Lorenzo, como cada año en estos primeros días de agosto son recurrentes las apariciones de las Perseidas, esos coletazos del cometa Swift-Tuttle al paso por la influencia de la órbita terrestre.

Le comento a Pepe Amadeo el acontecimiento, y sin contestarme me sorprende con un folio en el que hay escrito un poema, fechado en 1997. Ni siquiera se ofrece a volcarlo al post, pero yo le cojo el papel. La palabra es suya.

CG


DESIDERATA


Miro mi patio convertido en un perfecto anfiteatro,
donde las distinguidas cariátides
han sido suplidas por prosaicas macetas de potos y geranios.
Hacia el noreste, Casiopea y Perseo aguardan en la noche.

Las lágrimas, tan alegremente esperadas,
reproducen agostos de puntualidad
sobre un cielo que jamás envejece.

Las lágrimas, tan ágilmente vistas,
seducen con misteriosa fugacidad
sobre un firmamento de amparo y silencio.

Las lágrimas, al final tan traidoramente enterradas en el olvido, suponen la vindicación de la fidelidad
sobre la propia infamia.

Desde mi inexistente anfiteatro decorado con invisibles cariátides, hacia el noreste,
Casiopea y las Perseidas me esperarán, te aguardarán
-siempre, siempre-,
en una futura y soñada noche de agosto.


Pepe Amodeo

domingo, 5 de agosto de 2007

Corredor sin retorno

El psicoanalista Luis Muiño escribe en su página de El Hábitat del Unicornio acerca del cineasta Michelangelo Antonioni, recientemente fallecido, y de Blow Up, uno de sus filmes más emblemáticos, cuyo tema principal es la historia de una obsesión. Con la capacidad didáctica que lo caracteriza, el autor del blog finaliza sugiriendo actitudes mentales que eviten caer en el abismo de la depresión y del conflicto mental grave: se puede analizar en profundidad cualquier cosa que nos preocupe, pero una vez alcanzado el fondo ..., hay que abandonarlo rápidamente, no vaya a ser que quedemos -como el mal de las profundidades ataca a los buceadores inexpertos-, atrapados para siempre en las sinrazones de la quimera.

Y como lo disímil, a veces, adquiere las propiedades de lo semejante, quiero traer a la memoria a un director, Samuel Fuller, que fue la antítesis del italiano: rodaba en pocas semanas, nunca seleccionaba a estrellas consagradas para el reparto y usaba la violencia con fuertes impactos visuales, si bien ambos coincidieron en ser considerados directores de culto para la generación de cineastas que alcanzaron el éxito en los 90 (Tarantino, Wender, Jarmusch, etc).

He aquí otro símil, teniendo como tema lo esbozado al comiezo de esta entrada: en la película Corredor sin retorno (Shock corridor, 1963), se plantea, además de la obsesión como rasgo característico de la personalidad, cuáles deberían ser los límites del periodismo sensacionalista, dado que nos presenta la historia del periodista ambicioso en busca del Pulitzer, que no duda en simular una enfermedad mental para descubrir una serie de extraños crímenes perpetrados en el interior de una clínica psiquiátrica.

La psiquiatría fue un filón para guionistas y directores entre 1950 y 1970 -Nido de víboras / The Snake Pit (1948), De repente, el último verano /Suddenly, the last summer (1959), Hojas de otoño /Autumn Leaves (1956) y Shock Treatement (1964)-, aunque también cabe pensar que eran los años del rechazo social a las instituciones mentales de la época, los años en que nace, al menos en los EE. UU., la antipsiaquiatría.

Por último, el antes y el después del cine dentro de los manicomios -horrible palabra para designar la pérdida de libertad, el secuestro y un submundo de electroshocks y lobotomías-, llega de la mano de Milos Forman, con Alguien voló sobre el nido del cuco / One Flew Over the Cuckoo’s Nest (1975), con la rectísima y cruel enfermera (no recuerdo su nombre), enfrentada al carismático Nicholson. ¿Son siempre los profesionales unos villanos y los enfermos héroes? Podéis dar la respuesta que estiméis conveniente, pero nunca será absoluta.

CG

sábado, 4 de agosto de 2007

Vicente Buígues, el héroe del hundimiento del Sirius

Hoy hace 101 años que tuvo lugar el naufragio del Sirius, un trasatlántico a vapor con más de veinte años de servicio y que fue construido en Glasgow, Escocia. Había partido del puerto de Génova y se dirigía a Río de Janeiro, Santos y Buenos Aires con unos 1300 pasajeros a bordo, si bien nunca se contabilizaron las personas que viajaban de forma ilegal en las bodegas del barco.

A su paso por el cabo de Palos, frente a la Manga del Mar Menor, pasadas la 16 horas de aquel cuatro de Agosto, un crujido atronador sacudio la nave, creando una gran confusión entre la tripulación y los pasajeros. El casco había encallado en el Bajo de Fuera, una especie de aguja que está a menos de tres metros de profundidad, quedando enganchado en este escollo perimetral de las Islas Hormigas.

Tras el desconcierto inicial, estallaron las calderas produciendo un número indeterminado de muertos; la proa se elevó y la popa quedó ligeramente hundida. El desastre se completó cuando el capitán del barco, Piccone, y un grupo de oficiales, mostrando una actitud miserable y mezquina, fletaron un bote y abandonaron a su suerte a los tripulantes. El resto de la marinería, ante semejante cobardía y falta de escrúpulos, siguieron su ejemplo, dejando sumida en la desesperación a los viajeros, que veían como se esfumaban cualquier posibilidad de salvamento.

Numerosos barcos que estaban por la zona, ante la columna de humo que el barco emitía y el cambio de silueta en el horizonte, se dirigieron hacia el buque naufragado. Algunos de ellos, de bandera francesa e italiana, salvaron a un número reducido de víctimas. Sin embargo fueron las embarcaciones de pesca, laúdes* en su mayoría, los que colaboraron en el salvamento de centenares de supervivientes. Vicente Buígues (o Bohígues), era el patron del laúd Joven Miguel. En contra de la opinión de la tripulación -casi todos familiares-, exponiendo su vida y la de sus colaboradores, acercó la proa al barco, y colocando unos tablones que dificilmente soportaban el paso de personas, logró salvar a más de trescientas personas, aunque para ello tuviera que valerse de un revólver: la máxima de las mujeres y los niños primero, presente en situaciones de emergencias, brillaba por su ausencia, ya que los indefensos eran arrollados sistematicamente por los más fuertes y poderosos.

Tras su hazaña fue condecorado por los gobiernos de España e Italia con la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Rojo y con la Medalla de Oro de Salvamento de Náufragos (Cruz Roja). Fue recibido por el propio Rey Alfonso XIII en el Palacio Real, estableciéndose entre ellos una sólida amistad que se mantuvo en el tiempo. Unos años más tarde, estando Vicente en Valencia observó un revuelo en el puerto marítimo, comprobando que se debía a la presencia del monarca. Intentó romper el cordón de seguridad y casi resulta arrestado.

Si bien las crónicas no nos remiten al final de la historia, me quedo con lo que escribe Javier Cercas en Soldados de Salamina: de no ser por Alcibiades nada sería igual en el mundo. No obstante, añado que la vida y las acciones de personas como Vicente Boígues, justifican, aunque sea minimamente, la confianza que depositamos en ellas.

CG

*Definición del DRAE.- Embarcaciones pequeña del Mediterráneo, de un palo con vela latina, botalón con un foque y una mesana a popa.

Para saber más sobre este importante suceso que ocupó sobradamente la prensa de la época, entrar en las siguientes páginas: