... y el de Torcello.
La sombra que cada uno proyecta podría confundirlos. El tipo de pelo podría tener similar carga genética, y del carácter de ambos no llegué a saber nada: tan breves fueron los segundos que me mantuve al lado de cada uno de ellos...
Una de las fotos está tomada en la ciudad de Ierápetra, en zona portuaria, frente al mar de Libia. La ciudad más al Sur de toda Europa: así reza una publicidad recurrente y machacona. Mi percepción es que el sur de Creta está menos desbastado y es más agreste que la ribera norte, donde las civilizaciones cicládicas, atenienses, venecianas y turcas han suavizado los perfiles costeros.
El gato de la otra foto reside en la isla de Torcello. Asentamiento inicial de los venecianos primitivos, da testimonio de ello la Chiesa di Santa Fosca, de un encantador y subyugante estilo veneciano-bizantino.
He olvidado el rostro de los camareros, las expresiones de los patrones de los vaporetos que nos trasladaron entre las islas, la sensación de calor húmedo de los dos sitios... Y sin embargo no me he resistido a recoger de manera gráfica a estos dos felinos. Decididamente, en sólo unos meses, me he vuelto mayor, muy mayor.
viernes, 15 de mayo de 2009
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