lunes, 10 de mayo de 2010

Cenizas y diamantes

Éramos felices viviendo en un piso pequeño, modesto, alquilado. Con el paso de los años lograríamos que fuera nuestro, pero sólo durante unos minutos. Algunas noches, en horarios poco respetuosos, escuchábamos atentos las intervenciones de Alfonso Sánchez, con aquella dicción tan peculiar, tan contundente, presentando las pelis de la programación.  Una noche vimos Cenizas y Diamantes (Popiól i diament, 1958, de Andrzej Wajda), incluida en un ciclo sobre cinematografía en paises del Este. Podrían correr los años 1976 ó 1977. A veces he rememorada la añoranza con que Stefan Szczuka, dirigente comunista, se manifiesta al oir en un gramófono el canto de unos milicianos: "Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero. Tercera Brigada Mixta, primera línea de fuego..." Había estado en España en las Brigadas Internacionales y los espectadores contemplábamos cómo se estrechaba el cerco que los ultranacionalistas tejían para acabar con su vida. Pero si hubo una imagen que me persiguió, de forma obsesiva en este largo tiempo, fue la lectura de un poema de Cyprian Norwid que Krystina y Maciek (el futuro asesino de Szczuka), encuentran inscrito en los muros de una iglesia bombardeada. La imagen de un Cristo sangriento pende boca abajo entre los escombros antes de que ella  descubra y lea el poema:

So often, are you as a blazing torch with flames
of burning rags falling about you flaming,
you know not if flames bring freedom or death.
Consuming all that you must cherish
if ashes only will be left, and want Chaos and tempest
Or will the ashes hold the glory of a starlike diamond
The Morning Star of everlasting triumph.

A pocos metros, en la cripta, están los cuerpos de los dos militantes que Maciek había asesinado brutalmente esa misma mañana.

Han pasado los años y gracias a la videoteca universitaria  de la ciudad donde resido, hemos podido volver a ver la misma película, y nos ha vuelto a sobrecoger de la misma manera. No sé si he dicho que ella y yo seguimos juntos. Ni Pepe Amodeo ha podido con nosotros, ¡Y mira que lo ha intentado!

CG

Podéis ver aquí el video de la lectura del poema en Cenizas y diamantes.