En estos días se cumple un año de un acontecimiento que fue trascendente en la vida de CG, y, por tanto, de la mía. Arrancó en el tiempo de las flores y ha llegado de nuevo el tiempo de las flores. A aquella primavera plácida con que se inició la retirada de las trincheras de CG le siguió un verano riguroso y abrasador; luego vino un otoño previsible, de tonos suaves y conformes que devino en un pronto invierno, el cual, a su vez, está resultando un sexagenario de grave y tormentosa existencia; y, tal y como vemos en el paseo de Hugh Grant en la calle de Notting Hill, un año de abatimiento es lo que, al parecer, necesitará el personaje para poder vivir sin la presencia de Julia Roberts.
A mi me parece que CG está aprendiendo a vivir sin aquellos a los que dejó, pero, obviamente, no los olvidará nunca... Es lo que suele ocurrir, ¿no?
Pepe Amodeo
jueves, 11 de marzo de 2010
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