Se agostan las estípites en estos campos que añoran espigas doradas, mecidas por brisas perpetuamente esperadas.
Silencio: es lo que merece esta piel, esta corteza orgullosa de su humilde rastrojo.
Este lugar de vencidos iluminó esta mañana —que llevábamos tanto tiempo soñando—, convirtiendo los pastos de silencio y dudas en fuentes dibujadas, más allá de las afueras del pasado y del futuro.
Sin embargo, si oímos bien, desde este lugar, la propia tierra dicta, de continuo, sus lecciones.
Pepe Amodeo. 26 de enero de 2012
Ilustración: Restos arqueológicos de Los Millares.
Música de fondo: 3er Movimiento, Poco allegretto, de la III Sinfonía de J. Brahms.
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