Mucho más amarga y soñadora es la visión que daba Antonio Machado de esta época del año:
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
—recordé—, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
Finalmente recomiendo esta crítica de un libro, en el que Rachel Carson analiza el impacto del DDT en nuestro entorno.
http://www.historiasdelaciencia.com/?p=302
CG
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