
En todo caso hacemos responsables a nuestros amos, de distinto signo, de tener parcialmente secuestrado nuestro tiempo, sobre todo aquél que dedicamos a la reflexión y al aprovisionamiento para la vida que representan estas anotaciones. Este hurto nunca se verá recompensado, y sin embargo ninguno de los dos estamos fraguando una venganza furibunda ni una huida a corto plazo de semejantes opresores.
Pero ello no evita que no podamos a cambiar de idea ni de actitud: ahora mismo le propondré a CG un levantamiento que hará palidecer la hazaña de Agustina Raimunda María Saragossa Doménech, o sea Agustina de Aragón ..., aunque a ninguno de los dos nos gustaría acabar como ella, es decir enterrada en Ceuta, que es tierra de fronteras ... y de infieles.
Volvemos dentro de unos días, así que no se olviden de nosotros.
Pepe Amodeo